NACIONAL III. 1982.

 

La familia Leguineche, con su estatus social en decadencia, han vendido su palacio y se han mudado a un piso. Se produce el fallecimiento del suegro de Jose Luis, el hijo del Marqués, y pese a llevar varios años sin ver a su mujer, intenta retomar el contacto con la intención de hacerse con la herencia. Traman un plan para sacar el dinero fuera de España y eludir impuestos. Se trasladan en un tren de pelegrinos a Lourdes, para lo que escayolan a Jose Luis, escondiendo los billetes y joyas dentro.

 

Con Nacional III se cierra la Trilogía que hubiera podido continuar si no fuera por la muerte del Marqués de Leguineche interpretado por el maravilloso Luis Escobar.

La cuarta entrega se iba a titular “Viva Rusia”. Si el maestro Berlanga estuviera viviendo la actualidad que todos estamos sufriendo, posiblemente la hubiera titulado “Hijos de Putin”.

La película se centra en las aventuras y desventuras de los personajes que interpretan Luis Escobar y Jose Luis López Vázquez, que escayolado intenta transportar dinero y joyas a Francia ante la amenaza que les supone la llegada del socialismo a España.

La moralidad pasa a un segundo plano, no les importa formar parte de un tren de enfermos que viajan a Lourdes en peregrinaje.

Esa forma de evadir capitales y regatear impuestos que tanto nos suena a través de sociedades y holdings de compra-venta de jugadores.

“Quien paga, Mendes” sería la adaptación del refrán.

O esas excusas de prorrogar la ATE unos meses más por causa de los efectos de la pandemia o cualquier escusa de mal pagador.

Nacional III gira entorno a las bufonadas y gags de la familia Leguineche.

La sociedad ha evolucionado a cambios muy drásticos arrastrando a personajes, al contario de la actualidad valencianista para cuyos dirigentes es la sociedad la que debe adaptarse a sus circunstancias desde la prepotencia de quienes creen haber salvado al pueblo de Mestalla y por lo tanto todo les debe estar permitido.

En la película hacen pequeñas colaboraciones personalidades famosas de la época, de distintas facetas y artes, un antecedente de lo que años después popularizó Santiago Segura en su saga de Torrente donde los cameos son frecuentes.

La película recibió las peores críticas de la Trilogía.

La Trilogía Nacional en su conjunto es una sucesión de miserias heredadas por un grupo de personajes variopintos y desquiciados que intentan sobrevivir desde su amoralidad. Van evolucionando a lo largo de las tres películas, pero además de esas miserias heredadas también van construyendo una nuevas.

Como en nuestro club, por desgracia, son miserias a los que todos, en mayor o menor medida, por acción u omisión, hemos contribuido a perpetuar.

Ojalá a nosotros sí nos dé tiempo a rodar una cuarta película en la que recuperemos nuestro destino, seguiremos siendo imperfectos, pero más nuestros.

Ánimo a todos los Marqueses de Leguinechecheché que por ello están peleando.

Amunt Valencia!

Amunt Berlanga!!

Amunt Imperio Cheaustrohúngaro!!!

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