Tras mucho tiempo, no exentos de la pereza que nos provoca la impotencia y la resignación, volvemos a nuestra sección de «Senteuse, collons!!» para escribir unas palabras sobre nuestro maltrecho Valencia Club de Fútbol.

Estamos solos, que nadie nos engañe. Muy solos. Que el postureo de algunos, más bien muchos, no nos impida ver nuestra deprimente realidad.

Es la época del Valencia más indigno de su historia a todos los niveles excepto en el de la fidelidad de una afición que continúa abarrotando Mestalla en todos los partidos. Sin embargo no es suficiente para mantener al club a flote porque el resto de estamentos que deberían sostenerlo están siendo egoístas e incompetentes. La diferencia con las temporadas pasadas es que el equipo ya no tira del club. A los amigos remunerados de Lim ya los conocíamos como gestores/exterminadores.

Al finalizar el lamentable partido en Leganés, asistimos a una escena vomitiva que parece de moda en el fútbol moderno. Un grupo de aficionados desplazados recriminando la actitud a los jugadores y una representación de estos que se baja del bus para intentar dialogar bajo la recurrente frase extraía del  manoseado «Manual de jugadores que hacen el ridículo deportivamente»: «Esto lo sacamos todos  juntos, no me jodáis…»

«Todos juntos» Analicemos racionalmente la frase…

Nosotros, la afición, los únicos que de momento estamos cumpliendo, estamos llenando Mestalla desde el minuto uno de esta temporada, a cuarenta grados de temperatura o lloviendo para luego irnos a casa jodidos por los resultados cosechados, mientras algunos golfos de la plantilla se van de fiesta hasta altas horas de la madrugada. En esos momentos no se les ocurre decir, «Ieeee, veniros, barra libre, que esto nos lo bebemos todos juntos…»

Estos mismos jugadores que ahora nos piden ayuda, son los que nos dejan solos en nuestras reivindicaciones de recuperar el club y en las críticas a la nefasta gestión de Meriton, ahí desaparecen, no están nunca. ¿Sabéis por qué?. Es obvio. El 80% de los jugadores que componen esta plantilla son consecuencia de la desastrosa gestión deportiva del club. En un Valencia medianamente normalito nunca hubieran llegado a la primera plantilla ni de coña. Deberían ser conscientes de ello e intentar aprovechar esa oportunidad de forma humilde y profesional y no de la manera en la que muchos lo están haciendo. El ejemplo más sangrante es el fichaje de Rafa Mir, ese jugador que ha traicionado vilmente a  Baraja. En el comunicado que hizo público podemos leer literalmente «Desde ya, en mi condición de futbolista profesional, todas mis energías están puestas en ayudar a mi Club y compañeros». Era el 9 de septiembre, cuatros jornadas disputadas y un punto…Desde ya…Y si no lo llegan a pillar, ¿cuándo?, ¿en la penúltima jornada de Liga?. Esto un jugador por el que Baraja llevaba peleando varias temporadas y al que han destinado el poco dinero disponible en fichajes. ¿Se pueden hacer peor las cosas? Al bueno de Pasieguito, en una época en la que no habían los medios de ahora, esto no le pasaba y a la hora de fichar tenía en cuenta todas las facetas de un futbolista.

¿Con esto queremos decir que son los jugadores los máximos responsables de la situación? Por supuesto que no, de hecho ellos son consecuencia de Meriton.

¿Con esto queremos decir que los jugadores no tienen derecho a salir y pasárselo bien? Por supuesto que no, siempre ha sido así, pero nunca en el contexto del peor Valencia de la historia en puestos de descenso. Deben cumplir unos mínimos porque además son bastante mediocres y deberían intentar rendir todos los partidos al 200% para por lo menos no hacer el ridículo.

Los verdaderos culpables de toda esta situación son Meriton y sus cómplices, sin ningún tipo de dudas. Son a ellos a quienes debemos apuntar sin bajar ni un ápice la exigencia de profesionalidad a los jugadores.

Si Meriton está utilizando a Baraja como escudo dejándolo solo en múltiples facetas que no son las suya, como interlocutor con la afición por ejemplo, no podemos permitir que los jugadores se aprovechen cómoda y egoístamente del caos en el que saben que está sumido el club, para bajar su auto exigencia, porque en ese caso ellos también estarían utilizando a Meriton como escudo.

Basta ya de escudos y de excusas:

Amunt Valencia y Meriton Go Home!

Amunt Imperio Cheaustrohúngaro.

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