TAMAÑO NATURAL. 1974.
Michel no es feliz en su relación de pareja con Isabelle, por lo que opta por comprarse una muñeca de poliuretano de tamaña natural con la que comienza una relación amorosa y sexual. Cuenta con la complicidad de su madre ya que no tiene buenas migas con Isabelle. Por su parte Isabelle intenta imitar a la muñeca para ver si así la relación mejora. La muñeca es secuestrada y vejada por un grupo de emigrantes españoles en París. Michel la recupera pero considera que ha sido desleal con él y desengañado, se arroja con su coche al río Sena. La muñeca termina por salir a flote. Desde un puente cercano, un hombre idéntico a Michel la observa con interés.
Peter Lim tratando al Valencia como un juguete porque se lo ha comprado y es suyo.
A diferencia de Michel, que se aferra a la muñeca como un nuevo modo de necesidad vital, Lim lo utiliza como capricho y negocio, como medio y nunca como fin.
La muñeca costó unos 50.000 euros. El productor se quejaba diciendo que por ese precio podrían haber contratado a Brigitte Bardot. Cuánto podríamos decir nosotros sobre el precio de los fichajes de todos estos años, la mayoría vía Jorge Mendes, premeditadamente por encima o por debajo de mercado, según les conviniera.
De nuevo el tema de la incomunicación como amplificador de conflictos, la ausencia de diálogo y por lo tanto de canales para solventar problemas. Meriton nunca ha querido escuchar, han hecho uso de los medios del club para su propio interés, incluso cuando aún eran una de las opciones como candidatos utilizaron el club en beneficio de ellos mismos.
A Meriton le gustaría que la afición fuéramos meros figurantes sin voz ni voto. En todos esos meses de pandemia en los que Mestalla estuvo vacío, se sintieron muy cómodos. Para ellos somos totalmente prescindibles, no les importaría que como la muñeca de Tamaño Natural, fuéramos de poliuretano.
Y qué decir del veto en las redes sociales.
En una de las escenas de la película, Michel comenta a su muñeca: “¿Qué diferencia hay entre el tejido celular y el tejido de poliuretano?. Sí, hay una. El tejido celular siempre quiere un yate”. Nosotros no pediríamos un yate, sino lo que tanto tiempo llevamos deseando y pidiéndoles: “Meriton go home”.
El final de la película es inquietante. Michel se arroja con la muñeca al río Sena. El coche se hunde, pero la muñeca, por la naturaleza del material del que está confeccionada, sale a flote. Desde un puente cercano, un hombre idéntico a Michel, la mira con interés.
Ojalá Meriton desaparezca y el Valencia salga a flote. Y ojalá nunca más aparezcan otros que sigan siendo los mismos.
Amunt Valencia!
Amunt Imperio Cheaustrohúngaro!!