Comienza la cuenta atrás, diez jornadas (treinta puntos) para el final de la Liga.

El problema es que esta cuenta atrás, que realmente comenzó con la vergonzosa venta del club con unas garantías inexistentes o de juguete, no se detendrá con ese pitido final del campeonato, sino que continuará.

¿Hasta dónde llegará la caída? ¿Qué profundidad tendrá el pozo en el que nos han metido?

Es todo demasiado incierto porque si por algo se caracteriza la etapa Meriton en el Valencia es por la indefinición, por la inconcreción.

Es difícil pelear cuando el enemigo no aparece. A Lim le vale con sus mercenarios a sueldo (los de allí y los de aquí), glorias utilizadas como escudos humanos  (qué lástima) y cien mil pavos para comprar voceros, qué desperdicio si por bastante menos se venderían igual como siempre han hecho. A algún colectivo le vale con un cuchitril para vender latas de cerveza los días de partido.

Deportivamente hablando, también comienza la cuenta atrás para ver cómo queda la etapa Baraja-Marchena en el Valencia que tan grande hicieron como jugadores.

De momento, nada de nada, no hemos conseguido salir de los puestos de abajo. Incluso bajo su dirección técnica hemos presenciado el peor partido de la temporada en cuanto a actitud y aptitud, el que disputamos en el Metropolitano. Las rachas de puntos además no llegan.

El Pipo, echa mano de forma recurrente a lugares comunes y tópicos, esos que nos sabemos de memoria: Apelar a Mestalla, juntos somos más fuertes, etc. Pero con eso no nos llega. Nosotros no marcamos goles, por muy poético que quede, eso lo tienen que hacer los jugadores que forman parte de una plantilla descapitalizada y desestructurada. Solo un caradura como Corona (dame pan y llámame tonto) puede pensar otra cosa de un equipo hecho a retales y préstamos. Ya no solo tenemos que pedir a los bancos, también a otros equipos con los que antes competíamos de tú a tú y ahora nos dan limosna en forma de descartes.

Ser entrenador del Valencia se ha convertido en un chollo. Si sale bien te conviertes en héroe (el listón deportivo está bajísimo) y si sale mal, ya se sabe: “Nos engañaron, el equipo no se reforzó, etc”. Con la cantidad de precedentes que hay, eso ya no cuela.  El último jeta fue Gatusso al que muchos aficionados y medios encumbraron en los primeros quince minutos de la película que nos quería colar. Mi lindo gatito…

Queda demostrado que cualquier persona que se acerca a Meriton queda contaminada.

También comienza la cuenta atrás para las elecciones de mayo. Algunos políticos critican que se utilice el  Valencia con fines electorales. Nos gustaría saber  exactamente porqué. Muchos aficionados tenemos clarísimo que sí vamos a utilizar el Valencia con fines electorales, es decir, estamos muy atentos a cómo se posicionan en esta guerra (sí, “guerra”, basta ya de tibiezas y ambigüedades) contra  Meriton y sus mercenarios.

Supongo que muchos de esos políticos lo piensan o porque realmente no saben qué significa el Valencia Club de Fútbol o porque como sucedía hace un tiempo, hay una serie de pseudointelectuales que renegaban del fútbol como una forma de cultura. ¿Por qué ha de ser más importante peatonalizar una plaza que salvar al equipo Centenario de tu ciudad, la entidad civil más importante de la Comunidad Valenciana?

Si el objetivo principal de un político debe ser mejorar la vida de sus vecinos, que nos  digan qué movimiento civil y social arrastra más vidas que el Valencia Club de Fútbol.

Además los políticos deberían intervenir ya contra ese estado dictatorial y represivo en que Meriton y sus cómplices han convertido nuestro queridísimo Mestalla coaccionando la libertad de expresión. Es de una gravedad tal, que resulta lamentable que estén mirando para otro lado.

En unas elecciones tan trascendentales y posiblemente de resultados ajustados, echen solo un vistazo a las últimas manifestaciones contra Meriton y canjeen personas por votos, a ver si así les resulta más fácil comprenderlo. No es tan difícil.

Nosotros seguiremos con el equipo a muerte, como hemos hecho durante toda la temporada.

Hace años, a raíz de la llegada de Meriton, escribí un tuit que tuvo bastante repercusión:

“El Valencia ya ha perdido la categoría, ahora se trata de no bajar a Segunda”.

Estamos en la cuenta atrás, apenas diez partidos y treinta puntos.

Luchemos todos juntos por no descender y cuando lo hayamos conseguido, continuemos en la lucha para conseguir que la gentuza de Meriton se largue de nuestro Valencia Club de Fútbol. Solo así recuperaremos la categoría.

Cada vez es más difícil pero aún es posible.

Amunt Valencia!

Meriton Go Home!!

Amunt Imperio Cheaustrohúngaro!!!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies