En una viñeta de La Codorniz, un buitre se acercaba a devorar un cadáver. Cuando se disponía a hincarle el diente, la víctima exclamó:
-¡Eh! ¿Qué hace?
Y educadamente el buitre contestó:
-Disculpe, creí que estaba muerto.
Lástima que los buitres que nosotros tenemos en el palco sean maleducados y que nuestro Valencia esté mortimer.